La niña más odiosa del mundo – Crónica por Alberto Salcedo Ramos

A través de este relato se puede mirar el “amor silencioso” que Socorrito Pino sentía por el niño de la historia, me pareció curioso la forma en que estos dos personajes se trataban pero así mismo las acciones sin rencor ni odio de Socorrito y que a diferencia del niño, ella en su inocencia sí sentía amor y gusto por él. Sin importar los malos tratos y todas las discusiones consecutivas, Socorrito siempre regresaba sonriente y alegre pero en busca de una nueva batalla, en busca de un nuevo enfrentamiento; en eso se resumía el diario vivir de Socorrito Pino con el niño de su cuadra en molestias y fastidios a cada rato, en quejas y regaños, en llantos y sonrisas.

Esta pequeña historia me pareció bonita y graciosa a la vez, como dos niños a través de su poca experiencia en el tema relacionado al amor lo vivieron e incluso el niño sin notarlo. Socorrito a su manera buscó la estrategia de demostrar a través del lenguaje no verbal sus sentimientos y emociones, aunque fuese difícil de interpretar, evidenciar más aun para la persona que realmente Socorrito le interesaba que estuviese al tanto de ello. Fue emocionante como lectora el último párrafo, donde estos dos personajes se reencuentran luego de tanto tiempo, donde muy probablemente los pensamientos y las perspectivas cambiaron, donde a pesar de los años los recuerdos permanecieron intactos. El reconocimiento que tuvo aquel hombre con esta mujer hermosa, de aspecto fresco y tranquilo, fue quizás de asombro; sin embargo Socorrito siendo sincera, sostuvo que era imposible olvidarlo a causa de lo que una vez sintió. 


                










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